Desde siempre los símbolos reiki han estado dentro de la polémica. Cuando yo empecé en este camino del reiki hace ya más de trece años -¡cómo pasa el tiempo!- recuerdo que los miraba con un gran respeto fruto del secretismo con que los maestros los enseñaban a sus alumnos, que porqué no decirlo impregnaba esos símbolos reiki en una especie de aura misteriosa.
Aunque sí es verdad que en su origen y como todo en Japón, no solo los símbolos, si no las enseñanzas en general se transmitían de maestros a alumnos, no es menos cierto que por los albores de 1920 no contaban con la palabra mágica: internet.
Actualmente se pueden encontrar todos los símbolos con infinidad de formas, colores y tamaños junto con una explicación bastante aceptable de cómo funcionan.
Hoy en día todo ha cambiado y como era de esperar hacia el extremo contrario. Me encuentro con textos y comentarios que hablan de cómo los símbolos reiki crean anclajes negativos e incluso amarres de los cuales es dificilísimo salir, con lo que recomiendan encarecidamente que no se usen, textos escritos tanto por practicantes y no practicantes reiki como por algunos maestros reiki.
Respeto todos los tipo de opinión con una mente totalmente abierta pero me asaltan algunas dudas al respecto…
Creo firmemente por propia experiencia que reiki está totalmente conectado a un tipo de frecuencia en concreto: el amor. Creo también que esta frecuencia no es exclusividad de reiki, si no que otros tipos de terapias, sintonizaciones, prácticas, pueden conectarse a la misma fuente. Creo también que esta frecuencia no es más que un equilibrador de tu propio estado y que necesitas tu propia intención para conectarte con ella, de la misma manera que cuando sintonizas una radio. Y por último creo que si no estás en sintonía con esa vibración por simple física elemental no podrás conectarte a ella, tal y como expone el top ventas «el secreto». Con lo que mi conclusión a todo ello es que obligatoriamente debes poner tu intención en vibrar en esa energía de amor, si no el famoso principio de cuando el ego aparece, reiki desaparece entrará en juego.
Aclarado este principio y por pura simplicidad, con los símbolos -según mi opinión- ocurre lo mismo. Al insertar o trabajar con un símbolo reiki tú decides siempre cómo utilizarlo de la misma forma que cuando te dan el carnet de conducir tú decides cómo utilizar tu coche, si para desplazarte o para provocar un accidente.
Cualquier símbolo, sea reiki o no, funcionará simplemente porque tú crees en él con una intención determinada. Hay millones de personas que ponen su intención para CKR sane a nivel corporal o SHK a nivel emocional y no por ello están anclándose o amarrándose -ni a ellos mismos ni a sus pacientes- a nada. Su intención es sanar, e igual que la humanidad se beneficia de los vacunados en una enfermedad para que esta no se extienda, los reikistas -o reikinianos- se benefician de la vibración común al poner la intención de sanar con amor en uno u otro símbolo.
Al final, como en todo, somos libres para usar símbolos o no, conectarnos a una energía o a otra, pero de ahí a anclarse en el miedo de que unos símbolos concebidos con una intención de amor vayan a llevarte a un estado negativo, a la perdición total y a la posesión demoníaca (sí, sí, ¡algún artículo hay por ahí que también lo dice!) dista mucho de la realidad y está mucho más enfocado a la baja vibración simplemente porque se basa en el miedo.
Para gustos colores, así que como siempre digo: probad, probadlo todo para poder tener un juicio propio, no uno concebido por el miedo o por la opinión de los demás, y decidid entonces. Para eso se nos dio el libre albedrío.
